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Cine y Jazz

Lady sings the blues: una cruda realidad

Lady sings the blues: una cruda realidad

Ya tenía yo ganas de ver Lady sings the blues. Hace poco que terminé de leer su autobiografía, que también se llamaba Lady sings the blues. El guión de la película de 1972 está basado en las letras impresas que Billie Holiday escribió en comandita con el periodista William Dufty dieciséis años antes. Sobre la práctica. Luego ves a Diana Ross haciendo de Billie, ves cómo transcurre la película… y me tengo que olvidar de que hubo una Billie Holiday.

A grandes rasgos, sí, la película trata sobre una cantante negra que conoció las miserias que la vida le tenía preparadas desde su más tierna infancia; sobre una cantante negra que sufrió tratos vejatorios en sus comienzos como artista; sobre la vida de carretera y manta del músico de jazz, sobre los habituales problemas con el lado oscuro de la vida (buenas escenas el encuentro con el KKK o la visión de un ahorcado que llevará a la creación del Strange fruit). Todo ello jalona a grandes rasgos los acontecimientos que marcaron la existencia de Billie Holiday. Todo eso y más.

Porque la película habla de bastantes episodios, ciertos, o maquillados pero ciertos, pero también se calla otros, a la par que decide tomar un camino, el de la morbosidad, e ignora otros tan absolutamente decisivos en la vida de Billie: la amistad-amor platónico con Lester Young, su unión con la orquesta de Count Basie, Benny Goodman. El director Sidney J. Furie prefiere lo escabroso, la recreación del biopic muy al gusto de Hollywood y sus mentiras pasado por el filtro de la gran pantalla.

Clint Eastwood se lleva la palma del buen gusto cuando trata de manera sutil y elegante la fijación de Charlie Parker y las drogas (me ahorro el comentar el tremebundo título que en español el distribuidor eligió para esta historia de Billie)

Total, que si me olvido de muchas cosas, como de que Diana Ross, que es maravillosa y la tengo en los altares con las Supremes y la Tamla Motown, pero lo único que me recuerda cuando canta es a ella misma, entonces diré, si me olvido de tanto, que Lady sings the blues es una buena película.

Lo cual no quita a que diga que en su momento la película mereciera la nominación a los Oscar en cinco categorías, incluida la propia Diana Ross como mejor actriz protagonista, y que la película tiene momentos en que te enganche. Y lo digo, Diana Ross está inmensa en esta película.

Diana canta y bien. A su estilo. Con ligeras inflexiones de voz para que el oyente habitual de Billie pudiera siquiera apreciar que se trataba de eso, de recrear la vida de su cantante negra. Mean to me, What a little moonlight can do, My man, Lover man, God bless the child, Strange fruit… Y de verdad que a veces parezca que en alguna ocasión se tratase de hacer una versión Motown de las canciones de Billie. No hay que olvidar tampoco quién era al fin y al cabo el productor y factótum de la película: el jefazo de la Tamla, Berry Gordy (entonces ¿se trataba todo de un vehículo para lanzar la incipiente carrera cinematográfica de Diana Ross más que de rememorar fielmente a Billie?)

Nunca una película tuvo más razón al avisar al comienzo de la película sobre aquello de que cualquier parecido con la realidad no era sino pura apariencia. Pero no os asustéis. Igual que le pasaba a Música y lágrimas con Glenn Miller, la película está bien contada.

4 comentarios

luis gerardo -

A mi me gusto mucho la pelicula, la actuación y la forma de exponerla. Salí decaido y apenado. Muy buena pelicula.

Carlos Aguilar -

Sin entrar ni salir en la película, de la que tengo y lejano e insatisfactorio recuerdo, escribo básicamente para felicitar al autor del blog: es simplemente soberbio, admirable.

Zoe -

Como que a Billie es mejor seguir escuchándola.
Buen fin de semana.

Olvido -

Lamento no estar de acuerdo contigo hoy, compañero del alma.

Cuando pienso en ese "Ocaso", me acuerdo de las cortinillas con música al más puro estilo culebrón californiano. Recuerdo las mentiras, la indignación y los rebuznos que, a modo de insultos, salían de mi boca.

A mí no me gustó la película. No porque obvie matices de Billie, sino porque teniendo tanto jugo el referente real, hicieron un absoluto bodrio con olor a neftalina y moralina...

Aun así, besos, mi querido Press