Acordes y desacuerdos: I remember Django
Nueva muestra de falso documental que el director judío Woody Allen utilizase 15 años antes con Zelig. Acordes y desacuerdos narra por boca de terceros la vida y obra de un imaginario guitarrista de jazz de los años 30, Emmet Ray, que vive por y para su instrumento y del que se considera el mejor especialista del mundo. Eso sí, detrás de un tal Django Reinhart que hay por Europa. Plagada de guiños jazzistas, quizá sólo al alcance de los muy aficionados, Acordes y desacuerdos representa un rendido homenaje de Allen hacia el mundo del jazz.
El drama de una guitarra
Bajo el prisma de la comedia, tras Acordes y desacuerdos se esconde una muy ácida reflexión sobre el artista y su labor de creación. Ya sea un músico de jazz, ya sea un director de cine, eso es algo que Allen toca regularmente en muchas de sus cintas. Inevitablemente, y por mucho que se presenten desde el punto de vista formal como comedias, terminan por aparecer tintes tragicómicos. ¿Alguien se atreve (tras contemplar el final de la cinta, que no desvelaremos) a calificar a Acordes y desacuerdos como una comedia?
De nuevo aluvión de nominaciones a los Oscar para los actores de una película alleniana. Un Sean Penn acaso superior a la propia película consigue con su interpretación uno de los mejores papeles de su carrera, así como demostrar de la mano de Allen ser un actor insospechadamente dotado para la comedia. Otra nominación a la mejor actriz de reparto para la novísima actriz Samantha Morton en el papel de una joven muda que encadilará a Emmet Ray en la película. Nada menos, pues, que dos nominaciones más en la carrera Allen, datos suficientes para afirmar que quizá tengan razón aquéllos que matizan que debiera ser Allen, como director de esos actores, el
eternamente nominado.
Sweet, lowdown
Detrás de la banda sonora, el inefable y nunca bien ponderado Dick Hyman, pianista de suave y clásico estilo, perfecto para el tempo sweet and lowdown de la película. El guitarrista que "dobla" a Sean Penn es el no menos talentoso y técnico Bucky Pizarelli. Allen tiene además el buen gusto de incluir en la lista de canciones de la cinta títulos originales interpretados por Django Reinhardt. Del manouche son los temas Avalon o When Day is Done. El resto de los temas están intrepretados por la banda liderada por Hyman, aunque también suenan los contemporáneos de Reinhardt Bix Beiderbecke, Sidney Bechet, Red Nichols... Todo un ejercicio de nostalgia y amor por el jazz clásico (Woody afirma en más de una ocasión que no entiende el moderno...)
El drama de una guitarra
Bajo el prisma de la comedia, tras Acordes y desacuerdos se esconde una muy ácida reflexión sobre el artista y su labor de creación. Ya sea un músico de jazz, ya sea un director de cine, eso es algo que Allen toca regularmente en muchas de sus cintas. Inevitablemente, y por mucho que se presenten desde el punto de vista formal como comedias, terminan por aparecer tintes tragicómicos. ¿Alguien se atreve (tras contemplar el final de la cinta, que no desvelaremos) a calificar a Acordes y desacuerdos como una comedia?
De nuevo aluvión de nominaciones a los Oscar para los actores de una película alleniana. Un Sean Penn acaso superior a la propia película consigue con su interpretación uno de los mejores papeles de su carrera, así como demostrar de la mano de Allen ser un actor insospechadamente dotado para la comedia. Otra nominación a la mejor actriz de reparto para la novísima actriz Samantha Morton en el papel de una joven muda que encadilará a Emmet Ray en la película. Nada menos, pues, que dos nominaciones más en la carrera Allen, datos suficientes para afirmar que quizá tengan razón aquéllos que matizan que debiera ser Allen, como director de esos actores, el
eternamente nominado.
Sweet, lowdown
Detrás de la banda sonora, el inefable y nunca bien ponderado Dick Hyman, pianista de suave y clásico estilo, perfecto para el tempo sweet and lowdown de la película. El guitarrista que "dobla" a Sean Penn es el no menos talentoso y técnico Bucky Pizarelli. Allen tiene además el buen gusto de incluir en la lista de canciones de la cinta títulos originales interpretados por Django Reinhardt. Del manouche son los temas Avalon o When Day is Done. El resto de los temas están intrepretados por la banda liderada por Hyman, aunque también suenan los contemporáneos de Reinhardt Bix Beiderbecke, Sidney Bechet, Red Nichols... Todo un ejercicio de nostalgia y amor por el jazz clásico (Woody afirma en más de una ocasión que no entiende el moderno...)
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